(Nota de Opinión) María Rox @duna_rox
Y vuelve la mula al trigo
Por segunda semana consecutiva el Puebla FC no pisará la congeladora, no por lo que hizo, sino porque Leones Negros también es un desastre y cayó dos cero frente a los rojinegros del Atlas.
Para la presente campaña se trajeron tres delanteros, una cifra record, pensando en que el problema más grave era la falta de contundencia. El partido pasado demostró que el planteamiento es el mínimo de nuestros problemas.
Por qué, ¡¿en serio Cruz?! Lo del sábado fue grosero. El escenario era ideal, el rival parece hospital, llegaba de una derrota y un inicio de torneo tibio. El Volcán es uno de los pocos escenarios foráneos que nos favorece. El partido de copa fue providencial, se antojaba una alineación ofensiva con variantes extraídas de ese torneo.
Y efectivamente Cruz mando a Acosta… como lateral. El joven que se había partido las piernas como extremo e hizo jugadas ofensivas interesantes, terminó como un defensa más. ¿Cómo para qué? Por supuesto, Esqueda no estuvo presente. Lástima que no se tenga a un Kevin Rojas o Sergio Pérez, o espera, ambos ya están. ¿Entonces?
Luego vimos la reiteración de Cosme en su mutable y siempre cambiante posición de poste-contención-lateral, posición que le “favorece”, lástima que al 29 poblano se le trajo por sus goles. Y tampoco es como si hubiera recuperado balones en demasía. Una vez más John Freddy Pajoy, se olvidó del buen fútbol para mostrar poca o nula idea al frente.
Y así un Puebla ya no defensivo sino ridículamente echado atrás aguantaba los embates de unos Tigres que lejos de parecer fieros felinos parecían mininos jugado con plumitas. En verdad lo visto en la cancha del universitario lo hace a uno cuestionarse si se practican pases en la semana. No sé cuántas veces vi el impávido efecto de una pelota pasando del largo lanzada de largo sin ningún tipo de dirección o intención.
Pero el partido tuvo lo suyo, Cota sacando las papas del fuego ante un cobro lento e infantil de Guerron. Aun así nada que reclamarle a Mauricio Romero, es un bastión y un verdadero jugador del fútbol, en toda la extensión de la palabra. Tampoco a Facundo Erpen. Menos al sacrificado Acosta. Y agreguemos a Orozco. La línea defensiva del Puebla tuvo un solo error, y por la falta de ganas de nuestra ofensiva, nos bastó para perder.
En la contención hay van, pero falta un enlace al frente. Y bajo contundentes pruebas, ni Rey ni Cosme, menos Pajoy sirven. Santos intenta pero tampoco es providencial ofensivamente. Por eso cuando Cruz mandó, iniciando el segundo tiempo a Espinoza, por un momento tuve un ataque de risa. Si, risa. ¿Qué le queda a uno cuando el técnico no puede ser más patéticamente ratonero?
Así que cuando cae el gol, fue como para darse de topes, porque ya se vislumbraba el terrible y predecible fin del Puebla. Después de plantear un empate, ¿cómo recompones? La solución mágica es mandar dos delanteros, quitando al estorbo de Cosme y sacrificando a Torres.
Pero Cruz, aferrado a vaya uno saber que ideas, insiste en dejar tan atrás a Alustiza, como con intención que no meta gol, o acabe por volverla a liar con esos pases retrasados. Y pues Hérculez, con todas las ganas se lanzó al frente. Y uno decía, ¿ya para qué?
En fin, como en los brillantes días de los inventos Romanos, vuelve la mula al trigo. Inventos, improvisaciones. Todo, creo yo en favor del resultado, ahora habrá que pensar ¿qué resultado? Pues ojala para Cruz sea una lección providencial, y si no, por favor, que se haga a un lado.
Que si vamos a descender, que sea mínimo peleando.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de quien la escribe y no busca generar conflictos entre los involucrados, si no generar conciencia en cada lector.
Fotografías Cortesía www.ligamx.net / Twitter / Facebook
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