UN FESTEJO DIGNO
Dicen que, para tener éxito, se debe caminar entre los grandes; resulta que esta mañana, al pisar la cancha, me sentí como un gigante, rodeada de titanes del balón. Anticipándose al resto de sus compañeros, el equipo de porteros ya se encuentra calentando en el arco, con una gran sonrisa, Campestrini llega a su segundo hogar.
En punto de las 10:30 a.m. los jugadores esperaban a la figura del día, su nombre Austin Guerrero, cancerbero del club, quien el día de hoy cumplió 27 años de vida. El festejo corrió por cortesía de la casa, “el pasillo” no se hizo esperar y en medio de una “pamba” nuestro cumpleañero dio inicio a su día en el club.
Los militantes del equipo de la franja iniciaron con el calentamiento, sin importar que el implacable sol los cubriera de pies a cabeza. La planicie del Cuauhtémoc se bañó de un hermoso verde, parecía como si se encontrara contenta de tener en ella a la escuadra blanquiazul.
La emoción de presenciar otro entrenamiento es indescriptible, cada día es distinto, es inevitable no sentir como se eriza la piel al escuchar el pitazo del silbato. El momento de poner en práctica el espacio reducido llegó, repartidos en tres cuadros, nuestros camoteros pusieron en práctica coordinación, precisión y manejo del balón.
En honor a nuestra figura, cuerpo técnico y jugadores conformaron dos equipos, hoy se intentó otra perspectiva, ni Villa ni Guerrero defenderían el arco, en esta ocasión Ramón el “Cachi” Arias y Oscar Rojas defenderían el honor de los equipos, en una “cascarita amistosa”, integrando jugadas de táctica fija, los enfranjados dejaron todo en el terreno de juego.
La complicidad entre los jugadores podía contemplarse a simple vista, se puede combinar táctica con diversión, bien dicen, “encuentra algo que te apasione y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Con la victoria de los casacas rojas, se marcó el final del partido.
Para concluir con el día de entrenamiento, los jugadores recorrieron toda la cancha, sucede que no hay excusas, todos comparten la misma meta ¡Triunfar! Se debe entregar todo, sino ¿a qué se va al terreno?
LA OPINIÓN EXPRESADA EN ESTA COLUMNA ES RESPONSABILIDAD DE QUIEN LA ESCRIBE Y NO BUSCA GENERAR CONFLICTOS ENTRE LOS INVOLUCRADOS, SI NO GENERAR CONCIENCIA EN CADA LECTOR.
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