(Nota de Opinión) María Rox @duna_rox
La noche de este martes Puebla y Atlante se enfrentaron en la jornada 2 de la copa MX, para cerrar la correspondiente llave. Puebla sacó ventaja de dos goles en su partido de presentación por lo que el Atlante quería complicarlo en su casa.
Para este cotejo la alineación del Puebla estuvo conformada por Villaseñor en la portería, de la Barrera y de Luna en la central, el regreso de Oscar Rojas en la lateral por derecha y Sergio Pérez en la lateral izquierda. En la contención Luis Robles y delante como media punta Cuauhtémoc Blanco. Por la banda derecha Alberto Acosta y banda izquierda Loboa. En la delantera Matías Alustiza en dupla con Hércules Gómez.
El partido tuvo un ritmo rápido pero no intenso. Es decir, la pelota pasaba rápidamente de jugador en jugador sin que ninguno generara una jugada trascendental. Poca profundidad y muchos errores fueron el común denominador. Es más, en algunos lapsos parecía una verdadera cascarita dominguera.
Si lo podemos atribuir a algo es esa extraña manía de querer hacer el gol con una diagonal cruzada en el trecho más delgado del campo. Muchas oportunidades de central el balón o tirar directamente a gol, se convertían en pases para hacer circular la pelota en una dinámica que no rendía frutos.
Así se consumieron los primeros 45 minutos. El segundo tiempo inicio de la misma manera con un fútbol revulsivo y rápido pero poco eficiente. Hasta que en el minuto 61 el Atlante logró abrir los cartones en una jugada de una sola acción, cobraron una falta en medio campo y en un increíble remate de cabeza el jugador atlantista venció al portero Villaseñor.
El Puebla se volcó al frente pero aún se sentía inoperante. A lo que Cruz movió sus piezas, cambio a Loboa por Edu Pérez y Alustiza por Tamay. La inyección de sangre joven aunada a una reacción camotera, mejoró notablemente la cara del equipo. Alberto Acosta se quemó las piernas corriendo por toda la parcela derecha, pero fue la acción de Tamay al minuto 78 que le conferiría el empate al cuadro camotero. Hizo lo que el Puebla no había hecho, tirar a gol.
Los últimos quince minutos fueron disfrutables con un Puebla que no le permitió tener la pelota al rival. Incluso con Cuauhtémoc barriéndose fuerte pero limpiamente y a punto de meter un golazo que rozó el travesaño. El marcador global quedó 3 goles por 1, lo que le permite al conjunto poblano llegar a 5 unidades y si Mérida no suma, sería líder de su grupo.
Las conclusiones desde la butaca de seguidor son, Loboa sigue mostrando un nivel paupérrimo a estas alturas uno ya no sabe si es por actitud o carencia. Acosta se mostró sacrificado e inteligente, una opción diferente a lo que ofrece Pajoy. La dupla ofensiva aún no está definida, Hércules, Alustiza y Rey, deberán trabajar para acoplarse. El regreso de Oscar Rojas ilusiona y Luis Robles es una opción real del medio campo.
Fue un partido de regular a bueno, esperemos que el Puebla pueda aprovechar toda esta experiencia para encarar en la mejor forma a Cruz Azul.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de quien la escribe y no busca generar conflictos entre los involucrados, si no generar conciencia en cada lector.
Fotografía cortesía http://www.ligamx.net/
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