Puebla Expres

[Nota de Opinión] María Rox @duna_rox

Epilogo camotero.

El torneo Clausura 2015 tiene escasas horas de haber concluido, por lo menos para el Puebla. Los ocho elegidos para disputar el carrusel de luz y color que es la liguilla, tendrán la oportunidad de bordar una estrella más a su escudo. En lo particular me encantaría que el campeón fuera Tigres. Un equipo que paso de ser protagonista de descensos a ser protagonista en lo alto de la tabla.

¿Algún día veremos al equipo camotero así? Por lo mientras no ha habido mesura en el interior de la institución camotera, se ha apuntalado la salvación obtenida con gran pompa, cuando a pesar de los números fríos, la vivencia fue más complicada. Como analogía, el Puebla es como ese protagonista de acción que frena el automóvil a centímetros del acantilado y queda balanceándose en la orilla.

Y aunque para la estadística este no es un torneo tan “malo”, en la vivencia personal de esta espectadora, se dejaron de hacer muchas cosas. El Puebla tenía un vasto plantel y por momentos desplegó fútbol agradable y ofensivo. Nunca entendí la necesidad de sufrir de más, siempre defendiendo el resultado.

En fin, tras esta experiencia de diecisiete fechas de intenso seguimiento camotero puedo concluir que hubo cosas buenas, la copa MX y la entrega de los jugadores, no todos, pero esos que si dieron más del 100% por la playera. Pero lo malo siempre lo pinto la cúpula enfranjada, pues parecen seguir viviendo en una burbuja donde efectivamente todo está bien.

El “cerramos bocas” que sale con una pasión inusitada, refleja que la humilde crítica que se hace desde el bastión de la afición camotera, no es bienvenida. No se acaba de entender que el aficionado que señala lo que ve mal, no lo hace nunca en detrimento del club. Pienso yo, perseguimos el mismo objetivo, que el Puebla sea un mejor club siempre.

Y así al cerrarse un episodio más de este fútbol molero, al Puebla le queda su futuro. Aunque ha ganado un año más de permanencia en el máximo circuito, si de verdad se desea que el equipo llegue a liguilla o juegue libertadores, se tendrán que hacer las cosas bien.

Alguna vez, durante el momento más álgido del descenso, alguien me comentó, “Y bueno, ¿tú que pierdes si desciende el Puebla?” Por supuesto que a nivel sentimental era grave la cuestión, pero después fue más claro, si el equipo descendía quien perdía más eran quienes lo habían arrastrado a ese lugar. Y por eso mismo, algunas voces, preferían el descenso. Propuesta que era como tener pólvora en una manita y cerillos en la otra. Pero entendible, consumándose algo así, a lo mejor, se apresuraban acciones para modificar la situación del Puebla sí o sí.

Pero el Puebla es de primera y quedamos en ascuas de saber que pasará. Parece ser que un acción colectiva podría ser el primer paso para manifestar un verdadero sentimiento de hastió y obligar un cambio. Pero al final del día esto es fútbol, se consume por decisión personal, y también se disfruta de la misma manera.

Ojala que de verdad pueda haber un poco de perspectiva al interior del club, créanme los aficionados solo queremos que el Puebla tenga una mejor situación. Y no ser protagonistas de las no muy bonitas lámparas del descenso.

La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de quien la escribe y no busca generar conflictos entre los involucrados, si no generar conciencia en cada lector.

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