Redacción: Héctor Padilla Lozano de @hpadillalozano
LO MISMO DE ANTES
El Puebla de nuevo exhibió las carencias que mantuvieron a lo largo de la era Lapuente tales como una defensa endeble, así como un ataque muy “chato”. El rival en turno aparecía como uno de los cuadros que mejor juegan dentro de la liga Bancomer y ésta vez no fue la excepción.
Ante una gran entrada que se registró en el dos veces mundialista estadio Cuauhtémoc y una cálida temperatura, los dos equipos saltaron al césped en busca del triunfo desde los primeros minutos.
Las llegadas en ambas porterías se notaban con cierta peligrosidad y se respiraba que en cualquier momento se podía abrir el marcador y así fue.
En el minuto 27, un cabezazo del mexico estadounidense Michael Orozco, seco y contundente para abrir el marcador. Cruz Azul, al irse abajo en el marcador comenzó poco a poco a adelantar líneas y a abrir la cancha teniendo a “chaco” Giménez como el artífice del inicio de sus ataques. No obstante, ninguno de ellos, llegó a fructificar porque Rojas y Barrera, aún no se “enganchaban” en el partido. Al descanso de fueron con el marcador a favor de los blanquiazules.
Al inicio de la parte complementaria, las cosas ya se habían cargado del otro lado, pues la máquina se adueñó de la media cancha, quitándole el balón a la franja e iniciando el apedreo del rancho camotero.
Hubo una jugada clave en el partido donde al 56 el cafetero Perea merecía la roja, pues le propinó sendo golpe en la cara con toda la intención de lastimar a Damarcus, el árbitro Miguel Ángel Chacón, ni siquiera se enteró de eso y el colombiano, recibía una oportunidad. Las llegadas del último subcampeón mexicano, iban en ascenso con Barrera y Rojas, desbordando y lanzando tiros que eran desviados o atajados por Villalpando.
Sin embargo, al 79 un centro de Sergio Nápoles al corazón del área fue suficiente para que el ex River Mariano Pavone rematara solo de cabeza a la izquierda de Villalpando y decretar el 1-1, merecido por lo que el Puebla dejó de hacer en el partido.
Puebla trató de responder al 86 cuando Alustiza mandó centro a Borja quien remató de cabeza pero débil a las manos de Corona
En el 87 vino la gran jugada del partido, cuando Joao Rojas por la derecha, trató de mandar centro sin embargo, realizó grandes jugadas con quiebres incluidos a Lacerda, quien sigue buscando su cadera, y perfilado de derecha mandó el vinil al fondo de la cabaña camotera, donde para acabarla de contar, hubo un error de Villalpando, quien trató de adivinar un posible centro del ecuatoriano.
Puebla careció de llegada en el segundo tiempo, los viejos fantasmas que muchos le achacaban al lapuentismo, volvieron a regresar, como la apatía, la pragmaticidad, entre otros.
Romano tendrá que trabajar mucho en el aspecto cancha, incluso en el anímico, ya que efectivamente, se le ganó a Guadalajara, pero hoy al equipo tapatío cualquiera le puede vencer. Finalmente, cuando Lapuente se fue, mencionó que éste equipo no era para calificar, sino para luchar por el no descenso y el presidente del equipo lo contradijo.
Este domingo el Puebla siendo francos jugó muy conservador haciéndonos pensar por momentos, lo hace por conservar la categoría, ojala esto cambie con el transcurso de las fechas.
Finalmente los equipos salieron así:
PUEBLA: Villalpando, Lacerda, Durán (Medina), Chávez, De Buen (Arce), Noriega, Moreno (Borja), Beasley, Rojas, Orozco, Alustiza.
CRUZ AZUL: JJ Corona, JC Domínguez, LA Perea, A Castro (Fernández), G Torrado, I Castro, C Giménez, P Barrera (Amione), S Nápoles, J Rojas, M Pavone.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de quien la escribe y no busca generar conflictos entre los involucrados, si no generar conciencia en cada lector.
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