El estadio Cuauhtémoc volvió a vibrar esta tarde con el Puebla de la Franja. Ante la mejor entrada en lo que va del torneo, los camoteros vencieron 3 goles a 1 a Monarcas Morelia, en un encuentro donde el orden defensivo franjiazul fue determinante.
Lo pronosticó bien Manuel Lapuente, la Franja no tendría gran posesión de balón y eso se vio en los minutos iniciales, donde Monarcas se adueñó del esférico, pero sin poner en predicamentos la meta defendida por Víctor Hugo Hernández.
Con Romo y Borja como delanteros, el Puebla buscaba hacer daño con pases largos, pero la apuesta no funcionaba del todo. Sin embargo, un despeje de Hernández generó la primera anotación del partido.
Al 16’, el arquero poblano lanzó pelotazo a Borja y el ecuatoriano no pudo prolongar a Romo, pero no contaban con una tremenda falla de Joel Huqui, quien trató de retrasar a Vilar y terminó anotando en propia meta.
El gol logró que la Franja se sacudiera un poco la presión de los michoacanos; no obstante, esto provocó que Monarcas tuviera más espacios y al 21’ llegó el empate purépecha.
Un pase por derecha de Valdez llegó a Joao Rojas, quien aguantó la marca de Lacerda y sirvió en bandeja de plata a Mancilla para que venciera sin problemas a Hugo Hernández.
Con el empate a cuestas, la Franja intentó tener más llegada por las bandas mediante Medina y Paredes. Gracias a esa insistencia llegó el tiro de esquina que le devolvería la ventaja a los poblanos.
Al 28’, Medina cobró por banda derecha y a primer poste apareció Segundo Castillo, pero su remate fue salvado en la línea por Valdez; sin embargo, el balón llegó a Borja, quien sin problemas mandó a guardar la pelota.
Monarcas tomó nuevamente el control del balón, pero el Puebla estaba bien parado atrás. Al 30’, Leao intentó desbordar por el centro del campo, pero Lacerda estuvo atento para contener al colombiano.
Al 37’, Héctor Mancilla tuvo en sus pies el gol del empate. El chileno desparramó a tres defensas poblanos y sacó disparo cruzado que pasó cerca del poste izquierdo. Así se fueron al descanso.
Para la segunda parte ambos equipos refrescaron a sus cuadros. Lapuente mandó a la cancha a Alustiza por Romo y a De Buen por Medina, a fin de explotar la velocidad en el ataque y hacerle daño a Morelia.
Por su parte, Romano mandó al terreno de juego a Carlos Adrián Morales por Jefferson Montero.
La intención era clara, el Puebla le daría la pelota a Monarcas para poder tener espacios para Alustiza, Borja y Beasley.
Los michoacanos tuvieron una de peligro a los 55 minutos mediante el recién ingresado Morales, pero su disparo fue atajado de manera correcta por Hugo Hernández.
De inmediato, el Puebla reaccionó con un pase filtrado a Alustiza, quien de taconazo devolvió a de Buen, pero el “6” poblano no logró conectar bien el último pase y Monarcas sacó el peligro.
Al 63’ nuevamente Alustiza apareció por velocidad, con un buen quiebre sacó de balance a Huiqui y se enfiló hacia el marco, pero su disparo salió muy desviado.
El argentino era un dolor de cabeza para Huiqui y Uriel Álvarez, quienes comenzaron a repartir leña contra el “22” camotero para intentar contenerlo.
Los últimos 10 minutos del encuentro fueron los más emocionantes con un Monarcas volcado al frente y un Puebla aprovechando los espacios dejados en la zaga defensiva.
Al 85’, Mancilla remató un gran centro de Morales, pero su cabezazo pegó en el poste y se fue por afuera de la cancha. Al 87’, Cárdenas lanzó cañonazo contra Hernández, pero el arquero contuvo bien.
Monarcas comenzó a perder la cabeza y al 88’ Carlos Morales se iría expulsado por dejar un artero pisotón sobre Matías Alustiza, el cual fue visto por Marco Rodríguez, quien no dudó en sacar el cartón rojo.
Aprovechando la superioridad numérica, Matías Alustiza agarró carrera sobre la banda derecha, dejó sembrado a Uriel Álvarez y definió el tercer gol camotero que hizo explotar al estadio Cuauhtémoc.
Y apareció el show de Marco Rodríguez. Aunque el partido prácticamente había concluido, el silbante permitió que los ánimos se caldearan al grado de que Mancilla propinó una patada en la cabeza de Lacerda, lo cual provocó que el chileno se fuera expulsado.
Después de un conato de bronca, “Chiquimarco” decidió terminar el partido y decretar un valioso triunfo franjiazul.
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